jueves, 1 de julio de 2010




ESPAI UBÚ, BORDERLINE INSTALACIÓN.

El borderline es un trastorno compulsivo que se gesta en los límites de la personalidad.
Por un lado, el ser borderline, es una patología moderna muy relacionada con la esquizofrenia que supone el ser en la velocidad, en el capitalismo de ficción en el que convive la pieza.
Es, con mucho, el más común de los trastornos de la personalidad.
Se caracteriza por el exceso y la excesiva carga dramática, denóminándose también trastorno fronterizo o del límite.
La pieza trata de plantear ciertas preguntas en torno a este concepto, manejando elementos simbólicos y materiales cinéticos, o que se dinamizan.


contraseñas semióticas:

Por un lado, El espectador trata de situar la posición del palo ‘bífido’, que no deja de moverse en un movimiento imposible, realizando continuamente un movimiento de ida y vuelta sobre el borde del cubo.
Por otro lado, el hecho de que alberto gracia se presente como un objeto de su propia pieza, nos da a entender que el verse reflejado en una pantalla de una forma narcisista (vídeo de una actuación del artista), implica una relación de ida y vuelta con la pieza escultórica de imposibilidad, de inadecuación identitaria con el si mismo, haciendo de este hecho, una forma de representar el concepto que nos ocupa de nuevo. Además, y al haberse propuesto como temática de la exposición la relación semiótica de las piezas de arte con el público, la instalación trata de plantear analogías entre la relación de identidad del uno mismo y el ego y la relación comunicativa de un espectador y una obra de arte.
Todo ello en un ‘ambiente casero’ como boceto escenográfico de acercamiento al concepto de identidad.




Tanto los objetos como el vídeo han sido 'reciclados' por el autor de trabajos anteriores, tratando de ser coherente con no haber cobrado ni un duro por un lado, y con el propio desarrollo conceptual de la pieza por otro, entendiendo a Narciso como una especie de 'hombre menguante' o 'muñeca rusa'.